A lo largo de los 60 años, de presencia de la Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza en la ciudad del Santo Reino de Jaén, han sido innumerables las oraciones, poesías, y dedicatorias que se han realizado hacia nuestra Madre.
A continuación se muestra una selección:
A María Santísima de la Esperanza
Y eres paloma que un día volaste de tu manto
y viniste a posarte en mi pequeña mano,
sabías que no me permitían ver tu encanto,
me diste un beso, quisiste sofocar mi llanto,
y tan prendada quedé por tu arrebato
que quise saber tu nombre y ya jamás pude olvidarlo.
Por Esperanza respondiste, y cuando
al fin pude admirar tu rostro aniñado
supe que te amaría hasta mi último aliento,
hasta mi último aliento, siempre por Ti, suspirando.
Llevas escrito en tus ojos, Esperanza,
que eres rosa nunca marchitada,
que eres bella saeta de alabanza,
que eres luz cuando el sol torna en tiniebla,
que eres lágrima, sonrisa y pena,
Llevas escrito en tu ojos, Esperanza,
que eres revelación divina,
que eres calma para el alma inquieta,
que eres camino a la felicidad completa,
que eres humildad y esencia.
Cómo no te voy a querer, Esperanza,
si eres poesía sagrada,
si eres la Madre Inmaculada,
si en la desesperación eres mi ancla,
si eres incondicional certeza,
si eres mensajera de vida eterna.
Cómo no te voy a querer, Esperanza,
si eres del hijo que pierde a su padre, la promesa que salva,
si eres triunfo ante la muerte, si eres la vida siempre renovada,
si eres pura, eres blanca, eres repique de campanas
y en mayo, en mayo, rocío al alba.
Si eres la gracia santificada;
si eres pasado, presente e impertubable mañana.
Como no quererte, Esperanza,
si tu figura es airosa como la oliva temprana
si es tu boca como una media luna clara
si son tus lágrimas gotas saladas
por el firmamento jaenero derramadas
y son tus manos caricias talladas
por los querubines que te coronan soberana.
Como no quererte, Esperanza,
si te trajeron palomas en el cielo cinceladas,
te dejaron en esta tierra santa
y se quedaron contigo para que no te falte de nada
prendidas de tu manto verde esmeralda.
Y desde entonces tienes a Jaén enamorada,
que de tus lágrimas es guardiana,
y de tu sonrisa esclava,
y ser tu encaje quisiera sólo para rozar tu cara
y te adorna, te adorna con sus rosas blancas,
sus nardos, azahares y delicadas calas.
Mecen sus ángeles tu cadenciosa cadera
porque eres su brisa de luz cada primavera.
Eres música celestial por el mismo Dios regalada
cuando escondes tu acongojada pena
para subir por tu encandilada Carrera
y ser torre de su Catedral, símbolo de tu grandeza
que ante Ti se inclina cuando pasas
entre cirios, mantillas, rosarios y azucenas.
Cuando paseas por Maestra
tu andaluza y primosora belleza,
cuando unges de consuelo sus callejas
y se embrujan con tu mirada porque eres su Madre amada,
porque eres del Santo Reino, su vida, SU MIRADA,
porque eres de Jaén, su Bienaventurada
María Santísima de la Esperanza.
María José Chica García
Jaén, 24 de enero de2015
Virgen de la Esperanza
¡Virgen de la Esperanza…..! Te amo tanto que adormeces en mi pecho tu amargura que quiere buscar en tu bondad el amor inefable de mi pena.
Soy pecador, asustado de dolor y presiento sin tu amor la tortura sin tu, Esperanza amorosa, Virgen pura no me cubres con tu verde manto.
Dame, pues tu bondad, y consuelo que ardientemente Señora, pido…Y, de fervores y torturas desecho yo gozare entristecidos, y sufriendo el dolor encendido y penetrante de tus lágrimas, que son bálsamo en mi pecho.
Antonio Donaire Rus- Uceda Arias (1977)
A la Virgen de la Esperanza
Excelsa Madre querida,
Crepúsculo cuajado de esperanza,
Corazón repleto de gracia,
Faro y estrella de la fragancia.
Afable Virgen sin par,
Pureza, altar y realeza,
Cándida y misericordiosa,
Que eres amor y eres prosa.
Aurora y vida nuestra,
Doncella de mirada cristalina,
Que son tus ojos primores,
Floreciendo como flores.
Salve refugio de la alborada,
Señora, de mi alma colmada,
Por la luz de vuestra intensa mirada,
La mía, hoy en la tuya anclada.
Surco, por el que deseo caminan,
Para acabar mi vida en vuestros brazos,
Y nunca más desatar los lazos,
Los que me unen a Vos, abogada nuestra.
Miguel de la Torre Padilla (2012)
Reina del Santo Reino
Es tu ciudad, rosario y pañuelo en tus manos.
Es tu olivar, el verde de tu manto y el dorado de tus palomas.
Son tus calles, senderos del surco de tus lágrimas.
Es tu Catedral, esencia, armonía, poderío y cobijo del Santo Rostro de tu Hijo.
Es tu Castillo, fortaleza y custodia de la Cruz, que es faro y vigía del perdón y el amor de tus hijos.
Y eres tú, Reina del Santo Reino, Esperanza y Jaenera.
Fuiste concebida por D. Antonio Eslava, en 1.952 y
proclamada Patrona de los Agentes Comerciales.
Tu morada fue la Parroquia de Cristo Rey. Y pasaste a ser la madre de Jesús del Perdón.
Desde aquel momento, te supiste colar en el corazón
de todos tus hijos jaeneros, hasta nuestros días.
Corona para una Reina, y manto para una Princesa.
¡Cómo revolotean las palomas, al verte salir de tu iglesia!
Con que dulzura y con que cariño portas el rosario que
el Papa Juan Pablo II puso en tus manos.
Por la noche, los pájaros de la Victoria, vuelan para asomarse y ver,
tu belleza sublime de Madre del Miércoles Santo.
Que pena llevas Virgen mía, que frunces el entrecejo,
porque no puedes más con esa pena tan grande, MADRE MIA.
Y tus hijos te vitorean, te aplauden,
te gritan, te alaban, te piropean
por ser Nuestra Esperanza,
la Reina y Señora de Jaén.
Bendita sea tu Madre, mi Cristo del Amor.
Y tu hijo Jesús derrama el perdón entre todos sus hijos.
Y Jaén se levanta, ante la Señora de la Esperanza, que ya viene con ese andar tan característico, que levanta pasiones y emociones.
Y tu segundo padre, D. Luís Álvarez Duarte, te devolvió la luz de los ojos y la belleza de antaño, Señora de la Esperanza.
Danos fuerzas para seguir adelante, y poder con nuestra vida diaria, llenos de salud, amor y perdón.
Y por todo lo dicho, serás por siempre la dueña de mi corazón.
¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA ESPERANZA!!
Mi Virgen de la Esperanza
Mi Virgen de la Esperanza
que bonita está
entre palio de flores
vaminando va
En su manto verde esperanza
Palomas revolotean a su lado
Para acompañar a la Virgen
en este Miércoles Santo.
Al llegar a la carrera
Todos la quieren mirar
Y acercarse a su paso
Para poderla tocar
Y es que tú eres bonita
Graciosa y morena
Por eso te llaman
Esperanza Jaenera
Yo quisiera Madre mía
A tus pies estar
Y el día que yo muera
Me los dejaras besar.
Fátima Domínguez de Prados (1991)
Las Cosas de la Esperanza
Cara de rosa fresca
De Mayo cuando florece,
Con chapetas como amapolas
Tempranas entre trigales verdes.
La boca pequeña
Como tu pena,
Cuánta es mi pena
Como su pena.
Tus ojos negros
Noche cerrada
Negra cancela.
Pestañas largas
Como tu manto,
Oliva negra
Muy plateada.
¡Mira que gracia!
La de la Esperanza, sus doce varales
Que se mecen risueños
Con mucha gracia.
¡Qué arte! Su manto verde
Vestido grana
Limpia y perfumada
Los miércoles desde su casa.
Son sus manitas
Lirios de nácar
Mecidos por la brisa
De la mañana.
Cortejo de regios ángeles
Las túnicas blancas
Las alas verdes.
En su cara la luna
Colores de noche clara.
¡Mira que gracia!
Cuando la traen en su casa
Campanilleros de madrugada,
Con la carita de pena
Y muy repeinada.
Angelitos en su corona
Que se rien
Cuando le dice guapa
Al paso de la Señora,
Porque es guapa,
¡mira que gracia!
La Virgen de la Esperanza.
Tiene mi Virgen
Un Cristo moreno
Que es tan bonito
Como su madre,
Amor eterno, con sus potencias de oro
Y la sangre de terciopelo rojo.
¡Arte de un palio!
Cuando el sol
Le toca saeta
Entre los plataneros.
Alma de madre para la pena
Mira qué alivio
“pa” nuestra pena.
Cuando la veas
Dile que yo la espero
Entre los visillos de mi balcón,
Para ver si pasa otra vez
Una tarde, a la vera de mi corazón.
Con corona de reina
Y manos de madre
Que huelen a azúcar y a la canela.
Pasa mi Esperanza
Huele a limón
Limonero fresco
Mecido de madrugá.
Blanca corte de velas
Llorando entre pucheros por verla a Ella
Que llora llorando
Lágrimas de cera.
Rosario de plata
Para los rezos,
Pañuelo de blonda
Para la pena.
No tiene espada en su corazón
Pero llora que llora
En la cancela de su balcón.
Te miro y te miro
Espada de mi dolor,
Otra vez la luz de tu cara se me escapó.
La luz clara de ti, Esperanza,
Calla la luna cuanto tú pasas.
Claveles entre sus manos
Cayendo despacio
Sobre su paso
Espinas de sangre
Yo voy pisando
Quitando las penas, sus pies descalzos.
Todas las tardes te estoy esperando
Mientras tú llora que llora
Ya estoy llorando.
Francisco
Virgen de Amor, Perdón y Esperanza
Virgen mía,
Qué bonita estás hoy;
Vestida con tu manto
De verde primavera;
Con tus palomas
Que son luceros
En la noche del Miércoles Santo.
Virgen del Amor Fraterno,
Tus mantillas te acompañan
En tu dolor;
De verte sufrir
Llevan lágrimas en los ojos,
Y en la boca una plegaria;
Para que tus pesares
Te sean livianos,
Tus costaleros
Te llevan corriendo.
Virgen del perdón Eterno;
En Ti confío,
Ilumina mi camino;
Dame fuerzas, Madre mía,
Para que después de esta vida,
Vea a Jesús, tu hijo amado.
Virgen de la Esperanza Sublime;
Escucha a este pecador,
Escucha mi rezo,
Escucha mi canto a Ti,
Que eres, fuente inagotable de mi Amor.
Carmelo Zamora Troyano (1997)
Luz de Esperanza
A todos los hermanos costaleros que con su Amor y Esperanza buscan el Perdón.
Ay hermano costalero
Llevas lágrimas de dolor,
Ay hermano costalero
Sobre tus hombros
La Madre de Dios
Ay blanca luna que alumbras
La noche llena de dolor,
Ay blanca luna que buscas
Un corazón partido de dolor.
Ay hermano costalero
Ay hermano del Perdón,
Ay hermano costalero
Costalero del Amor.
Ay blanca luna de Esperanza
Ay corazón de Jaén,
Ay madre de mis entrañas
Ay regazo lleno de Fe.
Ay Rosa tempranera
Ay flor de primavera,
Ay Esperanza sin pecado,
Ay Madre de mi Amor
Ay Madre del Perdón.
Miguel de la Torre Padilla
Buscando mi fe
Entre nubes, tu tierna mirada busco
Y entre sombras a Ti, me conduzco,
Por esta enredadera de tormentos
En la que Tú, alumbras en la oscuridad.
Empapados van los ojos de este tu hijo
Que afligido ante la rotura de tu alma,
El consuelo busco en esos tus ojos
Misericordiosos de Esperanza plena.
Vuelan tristes los pensamientos
Cautivando el corazón peregrino,
De este pueblo que sufre los lamentos
De una Madre tras su camino y destino.
Mas sueño liberarlo del beso traicionero
Para borrar de tu cara la tristeza,
Devolviéndote la verde Esperanza,
Esa, que entre perdones Jaén busca.
Lleno de dolor hoy alzo mi acento
Para buscar tu Esperanza Reina y señora,
Que eres luz por la luz por la que existo
Y por la que muero de Amor y Perdón.
Santa madre de Dios, divino fuego
Este que cree en Ti, llego con mis lamentos
Que buscando el Perdón, contigo me encuentro.
Miguel de la Torre Padilla (2007)
Virgen de la Esperanza
Si vienes en Miércoles Santo
Y subes por la Estación,
Espérate forastero,
Que salga la procesión.
Es de la Virgen maría
Que camina en su dolor,
Ella se llama esperanza
Y va de su hijo en pos.
Coge tu cirio de cera
E inflama tu corazón,
Para acompañar su imagen,
Con las luces del fervor.
Aquí todos alumbramos
Cuando va en su procesión,
Unos con vela encendida,
Otros con llama de amor.
Va con su pena, llorando
Por las calles de Jaén,
Pero ahora no va sóla,
Como fue en Jerusalén.
La acompañan sus cofrades
Que la quieren con pasión,
Elevando sus plegarias
Con ferviente devoción.
Es tan lindo su semblante
Y tan dulce su mirar,
Que todos cuando la vemos
La queremos consolar.
Esa cara tan bonita
Llena de pena y dolor,
A veces nos rompe el alma
Y entristece el corazón.
Por nuestras calles estrechas
Asciende su procesión,
Entre plegarias y rezos
Con encendido fervor.
La multitud, fervorosa,
Formando fila la espera,
Y entre el clamor popular,
Rompe el aire una saeta:
“La Virgen de la Esperanza
Sale en busca de Jesús,
Que lo llevan los judíos
A prenderlo de una Cruz”.
Se ha ido perdiendo el día
Cuando se viene a encerrar,
Con el pecho lacerado
Y el llanto a flor en su faz.
Vete con Dios forastero,
No te avergüence llorar,
Nosotros también lloramos
Cuando la vemos pasar.
Cuando vuelvas a tus lares
Y te entren añoranzas,
No olvides que en Jaén viste
¡la Virgen de la Esperanza!
Carmen Santa María Lucarelli (2005)
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